ha materializado de forma manifiesta. El ser humano y la tecnología están más unidos que nunca y las fronteras entre ambos se han desdibujado. De la articulación entre el marco teórico-dramatúrgico y el marco estético-escénico, cabe destacar que el Manifiesto Cíborg trata los conceptos de igualdad y diversidad alejándose de la visión antropocéntrica y universalista propia de la filosofía moderna, gracias a la utopía irónica de la fusión entre los seres humanos y la tecnología, es decir, los cíborgs.

Para construir una metáfora propia del cíborg, este dispositivo parte del manifiesto de Haraway pero se actualiza o revisa a través de las últimas aportaciones (conferencias del archivo digital del CCCB) de Judith Butler. Ambas referentes teóricas tratan la temática de la discriminación desde una perspectiva feminista, postmodernista, integradora, destacando el poder de lo colectivo frente a lo individual y criticando los modelos idealistas e universales. Ambas son pedagogas universitarias, cuyo principal referente común es Karl Marx.